La frase pertenece Carlos Rodríguez, capitán del velero Shaman que fue victima de un incidente en Islas Malvinas, hace pocos días, cuando las autoridades ilegitimas del archipiélago obligaron al barco a arriar su bandera Argentina contradiciendo la normativa marítima internacional. El velero recaló este fin de semana en Puerto Madryn y permanece fondeado frente al Club Náutico Atlántico Sud.
Carlos Rodríguez y Gisel Dugo tripulan el “Shaman” que zarpó desde San Isidro, Buenos Aires, el 1 de diciembre 2010 rumbo a Mar del Plata, “de ahí navegamos hasta Puerto Deseado, hicimos Isla de los Estados, luego Ushuaia. Estuvimos en el Cabo de Hornos, después pasamos por los canales fueguinos y de ahí retornamos a Ushuaia para luego zarpar hacia las Islas Malvinas”, relató el capitán.
Es un velero oceánico de acero naval de un diseño francés. Tiene 12,70 metros de eslora, 3,80 de manga, 2,20 de puntal y cala 1,20. “Los planos los trajo de Francia, el capitán Alejandro “Mono” Da Milano y fue construido en San Isidro”.
Respecto del incidente dijo que “cuando íbamos llegando avisamos que entrabamos a Puerto Argentino y se nos acercó una lancha para tomar contacto visual, allí nos dimos cuenta que algo pasaba, tenían cara de muy pocos amigos”. “Nos pidieron que amarráramos en un muelle público, y les dijimos que no lo haríamos porque había mucho viento. Nos reiteraron dos o tres veces que debíamos ir a ese muelle, insistimos que no podíamos hacerlo por las condiciones, y fondeamos. Se nos arrimó otra lancha con personal de Aduana, uno de ellos se identificó como Robert King, subió a bordo. Nos dijo que teníamos que sacar la bandera Argentina”, precisó Rodríguez, ayer desde Puerto Madryn. “Nos ordenó que sacáramos la bandera porque sino podíamos tener problemas”, añadió, desmintiendo la versión de la prensa isleña que señalaba que había sido solo una recomendación, pero a la luz del relato de los navegantes argentinos fue una cuestión compulsiva. “No nos gustó en absoluto el trato que tuvimos así que decidimos esperar que apenas pasase el temporal para irnos”, sostuvo.
Por esto, tomó intervención la Cancillería Argentina por el exceso de las autoridades isleñas en ordenar arriar la enseña del velero ya que eso no está estipulado en la normativa internacional, y además toda la documentación del barco y sus tripulantes estaba en condiciones. “Fue una circunstancia muy desagradable, y duele que estos ‘ocupas’ nos obliguen a bajar nuestra bandera. Por otro lado, es una reglamentación internacional que cada buque debe tener su bandera de origen, y lo que hicieron fue obligarnos a hacer una contravención internacional. Había gente en la bahía, nos miraban desde la costa, nos hacían gestos. Por el destrato sufrido optamos por esperar que ni bien pasara el temporal para irnos”, explicó.
El “Shaman” tras zarpar de Malvinas recorrió la costa Patagónica y recaló en el Golfo Nuevo, desde donde irán a Mar del Plata antes de retornar al puerto de origen en San Isidro, seguramente allí planearán los próximos mares del mundo que recorrerán.
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