lunes, 9 de agosto de 2010

La mentira de los ambientalistas desde la calificada visión de Antonio Torrejón

Ojo Chubutenses... El arte de prohibir por prohibir

Por Antonio Torrejón

Últimamente el verbo prohibir es uno de los más conjugados en los medios de los ambientalistas. Los que dicen no creer en prohibiciones incluso han desempolvado la máxima revolución de Mayo del 68 Prohibido prohibir. Con todos mis respetos para los que lucharon por la libertad en los setenta, aparte de ser una contradicción semántica, prohibir el acto de prohibir es una prohibición, es uno de los simplismos más incongruentes jamás acuñados.

Los países de la cultura de la “ballena muerta” (Japón, Islandia y otros pocos) con la mentida de la investigación científica, matan una importante cuota de ballenas, con la que satisfacen las atávicas y privilegiadas costumbres gastronómicas del pueblo japonés y de petroleros que por su descendencia lapona, nada encuentran más nutritivo que los “lomos del cetáceo prohibido”.

En los últimos debates sobre la “ballena viva”, crece la compra de votos de países, que están con la ecología, pero que transfieren su convicción, cada vez a menor precio. De allí que las Fundaciones Conservacionistas, no alcanzaron a cubrir en el último encuentro, lo que aportaban los países consumidores, en negro, lo que ha originado la necesidad de incrementar la formación de sensibilidad en la gente, lo que convierte en tapa y titular de diarios, el casual accidente en Sudáfrica (ballena sobre un velero), la reciente mentira junto al Muelle Storni de Madryn, que fue tapa de todos los medios relevantes y de gente que avisa a manera de catástrofe, a la Prefectura de Madryn cuando a la distancia, cree ver el atropello a una ballena, en la Bahía Nueva o en la de las Pirámides. Entramos en la psicosis de las ballenas muertas. En el Golfo Nuevo los intereses de permisionarios de Avistajes, para simplificar el crecimiento de cualquier competencia, hasta lograron vedar gran parte del año medio golfo, -exagerada prohibición- lo que a traído por reacción en ampliar la prohibición, el condicionamiento para la entrada a nuestros puertos, navegando a un paso de tortuga, que denunciado el último barco portaconteiners, los denunciantes tuvieron la frustración de no aparece ningún rastro, que los convalidaran en su imaginación, cayó el último mentiroso en la búsqueda de prohibir, dijeron muchos en el pueblo.

Sabía usted, que el nombre de ballena franca se debe a que antiguamente, los balleneros encontraron que estos animales eran muy fáciles de cazar. En efecto, nadan lentamente, a tan solo 3 km/h si se están alimentando o quizá a 7 y 8 en sus migraciones. Es una especie pasiva y confiada y su cuerpo flota después de muerto, lo que resultaba muy propicio para la faena en alta mar. Entre 1804 y 1817, se cazan unos doscientos mil animales, apuntaba un informe Fit Roy, Capitán de la “Beagle”, escribe lo que hoy sigue teniendo validez, “ningún barco velero, matará nunca ningún ejemplar, porque, como la Beagle, no poseen elementos motrices de agresión o cortantes”. Recordaba en cambio que la navegación a vapor y el cañón arponero permitirán que el peligro de extinción se acelere notablemente por sobre los ciclos de reproducción.
Así, la captura indiscriminada continúa hasta 1962, año en que se registra el escalofriantes record de 66.000 animales muertos.
Se ha intentado proteger a al especie desde 1935. En 1946, delegados de 19 países acordaron en la Comisión Ballenera Internacional establecer zonas de reserva y limitar científicamente las capturas. Sin embargo, numerosas contradicciones y presiones internas en los países balleneros llevaron a que en 1982 se estableciera la prohibición total de la caza de ballenas a partir de 1986, Japón y unos pocos asociados, encontraron la figura de “caza científica”. Actualmente, la población mundial de ballenas se halla gracias a protecciones, como las de Chubut, en lenta recuperación.

La gente que da por válidas y loables las prohibiciones, y no se da cuenta que por esta vía logrará, hasta que se caduquen los Avistajes. Lo que hará caer al 50% un negocio que da trabajo a más de 4000 personas en la histórica temporada baja de la primavera de al Comarca de Península Valdés-Virch.

En democracia la prohibición obedece a motivos concretos y demostrables, no a la comodidad de prohibir, para no correr riesgos la “elite de las investigaciones y fundaciones”. Podríamos citar centenares de ejemplos de los que nadie duraría. La ley mediante la regulación, y el inteligente manejo, hace las veces de “corsé moral” contra el egoísmo y los más bajos instintos del ser humano, cuidado que se nos terminará la generación de otra riqueza, que por extremismos conservacionistas, no terminaremos de prohibir por prohibir, en beneficio de los reales enemigos.

1 comentario:

  1. Nelson
    Me voy a permitir disentir con tus palabras respecto a la palabra "mentira" de los ambientalistas.
    Me parece que deberíamos informarnos mejor respecto al trabajo que esta haciendo Daniel Perez. No se si sabes que está trabajando con un proyecto desde hace muchos años. Tratando de entender, entre muchas otras cosas, los movimientos de las ballenas dentro de la Bahia Nueva.
    Como todos sabemos el número de animales se ha incrementado, el numero de barcos que ingresan al puerto tambien. Para poder entender el movimiento de las ballenas, entre otras metodologias, se usan imagenes de video, fotografias, telescopios, GPS, etc. Ese día Daniel estaba filmando la entrada del "Langennes" y tuvo la suerte de filmar el video de la "colisión" que afortunadamente no trajo consecuencias para la ballena. La gente ha tenido muchas reacciones al ver el video. Unos dicen que es mentira, que no le hizo nada, que la ballena lo esquivo etc. Pero lo que deberiamos tratar de comprender es que cada día hay mas ballenas, mas barcos y que debemos establecer pautas para que no se produzcan accidentes que afecten a las ballenas ni a los barcos, si es que nos interesa seguir "vendiendo" y teniendo el Golfo y la Bahia con ballenas.
    La intención del proyecto es poder establecer algunas pautas de manejo para los que navegamos y disfrutamos de este lugar.
    Daniel ha tenido la voluntad de hablar con la comisión directiva del club y todavia esta esperando un llamado.
    La intención no es prohibir sino acordar ciertas pautas. Esta claro que si navegamos a vela no molestamos a las ballenas pero si llega a pasar algún accidente las autoridades van a hacer la mas facil y eso es PROHIBIR QUE NAVEGUEMOS. Saludos
    Martin "SKUA"

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