El Club Náutico Atlántico Sud insiste en la necesidad de sostener un debate público sobre la planificación de manejo de uso del escenario náutico que forma parte de Península Valdés. El reconocido vecino de Puerto Madryn, Francisco “Pancho” Sanabra, pionero en la actividad del buceo y con una vasta trayectoria dentro del sector se pronunció sobre las cada vez mayores limitaciones de uso que tiene el ámbito natural del Golfo Nuevo. Lamentó que quienes tienen responsabilidades institucionales en el manejo del área, sólo hayan echado mano a medidas restrictivas o prohibitivas, y advirtió que estas situaciones han menoscabado el status de Puerto Madryn como Capital Nacional del Buceo.
“La actividad subacuática ha experimentado un decrecimiento en la última década y eso se ha debido fundamentalmente a las prohibiciones que se han ido imponiendo en zonas cada vez más amplias del Golfo Nuevo. Hoy no se puede hacer buceo deportivo en la zona de Pardelas, cuando en esos lugares antiguamente venían a bucear los que están brevetados de distintos puntos del país y el mundo”, recordó Sanabra, autor del libro “Naufragios y Algo Más”, que además forma parte de la Comisión Directiva del Club Náutico Atlántico Sud que lo tiene entre sus socios vitalicios.
“Cada vez van dejando menos lugares para bucear”, cuestionó, “siguen imponiendo restricciones, cerrando zonas, cuando en realidad quienes nos hemos dedicado la vida entera a estas actividades subacuáticas hemos sido siempre los principales interesados en proteger los recursos naturales. Creer que la única forma de proteger la naturaleza es prohibiendo, es un acto de ignorancia”, razonó.
“Pancho” Sanabra sostuvo que “el deporte del buceo en las costas del Golfo Nuevo sirvió para mostrar al mundo escenarios que antes no se valoraban en la Península. Antes que se despertara el atractivo de ballenas, Madryn y Pirámides se conocían por el buceo. Recibían una gran cantidad de buceadores que llegaban de todo el país a practicar en la zona de Pardelas hasta Cormoranes”.
En este sentido, alertó que “en la actualidad todo el buceo del país se va para el sur de Brasil, perdiendo nuestra zona una gran cantidad de turistas, y eso se debe a las prohibiciones que se han puesto”, dijo.
“Considero que no hay ningún derecho para nosotros, como mi caso pionero del buceo que no pueda hoy bucear en la cotas de Pardelas, Punta Alt y Cormoranes para enseñarles a mis nietos como lo hice con mis hijos. Aclaro que no tengo nada en contra de la actividad comercial de las operadoras de avistaje de ballenas, son mis amigos, pero creo que podríamos entendernos y compartir el Golfo, permitiendo el buceo sin que ello implique molestar a las ballenas”, reflexionó el experimentado buzo.
De este modo, Francisco Sanabra, aporta su opinión sobre un tema cada vez más sensible, tanto para los buceadores deportivos, como para quienes se dedican a la navegación recreativa que ven acotado su ámbito so pretexto de un adecuada preservación de los recursos naturales, cuando en realidad quienes desarrollan estas actividades han sido siempre los principales precursores sobre el cuidado del hábitat.
“Llevo más de 50 años como buceador, representé al país en torneos internacionales siendo subcampeón Sudamericano, como Director Técnico Campeón Latinoamericano, fui presidente de la Federación Argentina de Actividades Subacuáticas, contribuí a difundir las riquezas turísticas de Chubut, soy participe de la historia del buceo argentino. Simplemente pido que nos dejen bucear en los lugares históricos de la actividad subacuática argentina que cimentamos y que comercialmente ahora solo disfrutan algunos”, agregó con demoledor sentido común.