Procedente del puerto de Buenos Aires amarró este domingo en el muelle Comandante Luis Piedra Buena de Puerto Madryn el moto-velero Dr. Bernardo Houssay, una embarcación que pertenece a la Prefectura Naval Argentina y se encuentra en prueba de navegación después de lo prolongado reacondicionamiento. Permanecerá en la ciudad hasta el miércoles.
El histórico barco ya conoce las aguas del Golfo Nuevo, décadas atrás recaló en Puerto Madryn cuando pertenecía al Conicet y se llamaba “El Austral”, es un buque oceanográfico que estuvo a punto de pasar a desguace y la PNA decidió recuperarlo y transformarlo en embarcación escuela.
Ahora está realizando una navegación de prueba y su destino es ser un barco de instrucción dedicado a la formación de recursos humanos vinculados a la investigación, conservación y protección del medio ambiente marino, estando bajo la órbita de la Prefectura Naval.
Se trata de un motovelero oceánico con una eslora de 43,51 m; manga de 8,56 m. y puntal de 6,58 m. Su arboladura es un queche con aparejo de cúter (mayor, mesana, foque y trinquetilla), con una superficie vélica 536 m2.
Con capacidad para una tripulación de 27 personas (10 tripulantes mínimos, dotación científica o invitados, máximo: 17 personas).
El Houssay recibió la bienvenida por parte de los Guardacostas de la PNA local y embarcaciones del Club Náutico Atlántico Sud, estará en Puerto Madryn hasta el miércoles cuando soltará amarras y retornará a su puerto base en Buenos Aires.
El Austral
“La vida empieza en el mar y el desarrollo de los pueblos se ha edificado, en gran parte, en la costa de los mares”. La frase le pertenece a al Dr. Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina y presidente del Conicet, cuando recibía el 18 de enero de 1967 en el puerto de Buenos Aires al motovelero “Atlantis”, procedente de Boston y con dotación de la Armada Argentina. Había sido adquirido en los Estados Unidos a Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), una entidad internacional dedicada a la investigación de los mares del mundo.
A partir de ese momento, el motovelero, se lo inscribe con el nombre de Q7 El Austral, y pasaba a incorporarse a la Armada Argentina como "buque auxiliar" sirviendo de plataforma de investigación oceanográfica.
Al Atlantis
La historia del barco cuenta que en 1930, en el pequeño pueblo costero norteamericano de Woods Hole y por recomendación de la National Academy of Sciences, fue creada la Woods Hole Oceanographic Institucion gracias al aporte de tres millones de dólares de parte de la Rockefeller Foundation. Parte de esos fondos fueron destinados para la construcción de un velero que habría de convertirse en el primer barco de investigación oceanográfica de los Estados Unidos, el Atlantis.
Histarmar recuerda que el velero sirvió de "plataforma para poder determinar la teoría de la deriva de los continentes, quizá uno de los mayores logros de las ciencias oceanográficas del siglo XX" y fue el primer barco de investigación equipado con sonda ecoica que le permitía registrar el perfil del fondo del mar.
Investigadores argentinos
En abril de 1970, el Q7 El Austral inició la primera campaña de investigación en aguas argentinas, que se habrían de extender por ocho años de intensa actividad y en cuyo transcurso se realizaron 40 viajes aplicados a perfilajes sísmicos, relevamiento geológico e hidrográfico, muestreos biológicos, fondeo de equipos con autoregistros, además de trabajos de oceanografía física y química.
En 1978 El Austral se "queda sin plana mayor y con sólo suboficiales y marineros que le impiden salir a navegar". Para evitar la deshonra del abandono, la Armada acordó con la Woods Hole llevar a remolque al ex-Atlantis hacia mar abierto y, en doliente ceremonia, prenderle fuego y mandarlo a pique al estilo de un "entierro vikingo".
Finalmente se da marcha atrás, y la Armada decide desactivarlo como buque militar, desmantelándolo de todo su equipamiento científico y de navegación, le es quitada la arboladura y la jarcia.
Gestión de Osvaldo Sala
En el medio se produce un atraso en la entrega del nuevo buque oceanográfico para la Armada y el Conicet, el ARA Q20 Puerto Deseado, que estaba siendo construido en los astilleros Astarsa de San Fernando, lo cual hizo dudar de la conveniencia de sacrificar al velero. Aparece entonces la figura del entonces director del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), el ingeniero Osvaldo Sala, quien solicita que no se lo hunda y que se lo traiga a Puerto Madryn.
En 1981, un Aviso de la Armada lo remolca hasta el Golfo Nuevo y, gracias al entusiasmo del personal del CENPAT, El Austral es nuevamente armado, puesto en son de mar e inscripto en la Matrícula Mercante Nacional Fiscal, es decir, pasa a ser un buque privado de propiedad del Estado.
A finales de 1985, la desgracia cae por segunda vez como un azote de un vengativo dios marino, y El Austral es abandonado en Puerto Belgrano, lleno de deudas, con múltiples problemas, esta vez causados por el Conicet, relata una crónica de Histarmar.
En 1996 se lo vuelve a inscribir en la Matrícula Nacional (2649 F) con el nombre de "Dr. Bernardo Houssay" y se intenta preservarlo en servicio con la colaboración de la Prefectura Naval Argentina. Una prolongada restauración llevada a cabo en Tandanor volvió a colocar en el agua al motovelero. Es propósito de la PNA que esta embarcación se abra a la comunidad científica nacional e internacional, interactuando con otras instituciones científicas nacionales y extranjeras de reconocida trayectoria en estudios oceanográficos con el fin último de realizar estudios transdisciplinarios del mar.